jueves, 8 de agosto de 2013

10 Grandes Minificciones de la Historia

Compartimos 10 Grandes Minificciones de la Historia, no las únicas grandes, pero al menos sí algunas de las mejores.

¿Alguna otra que recomendar?

1. El dinosaurio
Por: Augusto Monterroso

Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.

2. Cuento de horror
Por: Juan José Arreola

La mujer que amé se ha convertido en fantasma. Yo soy el lugar de sus apariciones.

3. El triángulo amoroso
Por: Carlos Héctor

La ballena macho estaba desolada porque su mujer se había enamorado de un submarino.

4. Superciencia
Por: Luís Vidales

Por medio de los microscopios
Los microbios
Observan a los sabios.

5. El sueño de la mariposa
Por: Chuang Tzu

Chuang Tzu soñó que era una mariposa. Al despertar ignoraba si era Tzu que había soñado que era una mariposa o si era una mariposa y estaba soñando que era Tzu.

6. Amor 77
Por: Julio Cortázar

Y después de hacer todo lo que hacen, se levantan, se bañan, se entalcan, se perfuman, se peinan, se visten, y así progresivamente van volviendo a ser lo que no son.

7. El gesto de la muerte
Por: Jean Cocteau

Un joven jardinero persa dice a su príncipe:-¡Sálvame! Encontré a la Muerte esta mañana. Me hizo un gesto de amenaza. Esta noche, por milagro, quisiera estar en Ispahan.
El bondadoso príncipe le presta sus caballos. Por la tarde, el príncipe encuentra a la Muerte y le pregunta:
-Esta mañana ¿por qué hiciste a nuestro jardinero un gesto de amenaza?
-No fue un gesto de amenaza -le responde- sino un gesto de sorpresa. Pues lo veía lejos de Ispahan esta mañana y debo tomarlo esta noche en Ispahan.

8. Llamada
Por: Fredric Brown

El último hombre sobre la Tierra está sentado a solas en una habitación. Llaman a la puerta... 

9. La confesión
Por: Manuel Peyrou

En la primavera de 1232, cerca de Aviñón, el caballero Gontran D'Orville mató por la espalda al odiado conde Geoffroy, señor del lugar. Inmediatamente confesó que había vengado una ofensa, pues su mujer lo engañaba con el Conde. 
Lo sentenciaron a morir decapitado, y diez minutos antes de la ejecución le permitieron recibir a su mujer, en la celda. 
-¿Por qué mentiste? -preguntó Giselle D'Orville-. ¿Por qué me llenas de vergüenza? 
-Porque soy débil -repuso-. De este modo simplemente me cortarán la cabeza. Si hubiera confesado que lo maté porque era un tirano, primero me torturarían. 

10. Canción cubana
Por: Guillermo Cabrera Infante

¡Ay, José, así no se puede!
¡Ay, José, así no sé!
¡Ay, José, así no!
¡Ay, José, así!
¡Ay, José!
¡Ay!

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